MARIULEKA´S DE JENGIBRE CON LIMON
Esta receta es de esas inventadas. Fruto de pruebas y de esas tardes apasionadas. Son galletas semi blandas, picantes y a la vez crujientes, algo extraño y atractivo en donde conviven el ácido del limón con el aroma del sarraceno tartário.
¡Muerdes un bocado y quieres repetir!
Casi todos los que tenemos la afición de investigar, mezclar, hornear hemos pasado por la fiebre galletera. A mí me regalaron esta pasión en la infancia, en la navidad de mis 7 años, con un hornito eléctrico que cocía galletas de verdad. Pasaba tardes enteras con mi prima haciendo masas inventadas para unas mini galletas que entraban por un extremo del aparato y empujando la bandeja salían por el otro, tostaditas y crujientes. Elaborarlas, embolsarlas y venderlas al vecindario puerta por puerta era, además del placer de comérnoslas, saborear la libertad.
MARIULEAS
Ese sabor húmedo y penetrante del amaranto, entre tierra mojada y cueva marina, que inquieta al primer mordisco y te lleva de inmediato al excitante jengibre fresco, no te deja indiferente.
Podéis incrementar o reducir la cantidad de aromas y sustituir unas harinas por otras, como hemos visto en la mayoría de recetas. Estas son unas cookies contundentes y energéticas. Se conservan mucho tiempo guardadas en una lata o bote de cristal hermético. Son excelentes para recuperarnos de un mal día o para llevarnos de caminata.
La propiedades afrodisíacas, alcalinizantes, antidepresivas y digestivas del jengibre junto con las propiedades medicinales del trigo sarraceno tartárico nos ayudan a mantener los niveles de colesterol bajos, disminuir los niveles de azúcar, disponer de todos los aminoácidos esenciales y de unos hidratos de carbono de absorción lenta que nos proporcionan energía constante y de calidad al cerebro y a todo el organismo en general. Digamos que son unas auténticas Mariulekas que nos van a estimular el sistema inmunológico.
¡ Su masa permite ser acuñada y nos da juego para sellar nuestra impronta y dejar huella !
INGREDIENTES
Masa total: 895 g. (salen una 37 galletitas)
•200 g. de harina de sarraceno
•100 g. de harina de arroz integral
•60 g. de harina de trigo sarraceno tartário
•75 g. de harina de amaranto
•160 g. Sirope de agave crudo
•75 ml Concentrado de manzana (en formato semilíquido)
•140 ml aceite de oliva virgen extra
•Zumo de 1 limón entero y su ralladura
•Pizca de sal
•1 cda sopera colmada de jengibre en polvo (o dos si no ponemos el fresco)
•1 cda sopera de jugo de jengibre fresco
•6 gr de polvo de hornear
•1 cda de lecitina de girasol en polvo (es opcional, pero le da un toque crujiente)
•5 g. de psyllium en polvo
•Tiempo de cocción : 20 minutos
MODO DE HACERLO
- En un recipiente pesamos juntos todos los ingredientes secos de la receta: las harinas, la pizca de sal, el jengibre en polvo, el polvo de horno, la lecitina de girasol en polvo, la ralladura de limón y el psyllium husk en polvo.
- En otro recipiente pesamos juntos todos los líquidos de la receta: el concentrado de manzana, el aceite de oliva virgen, el zumo de limón, el jugo de jengibre fresco y el sirope de agave y mezclamos con la batidora los líquidos.
- Removemos bien todos los ingredientes secos con una cuchara o rasqueta y vertemos los líquidos sobre los sólidos. Mezclamos el conjunto y amasamos con las manos dentro del recipiente. Cuando ya tenga una consistencia ponemos la masa sobre la mesa y seguimos amasando hasta que la tengamos elástica.
- Hacemos un churro largo, o dos churros para facilitarnos el corte de las porciones que queremos.
- Cortamos el tamaño deseado, unos 30-50 gr de masa y hacemos bolitas con cada porción, y las vamos colocando en una bandeja preparada con papel de horno.
- Dejamos un espacio prudencial entre ellas y las aplastamos con el cuño, presionando todas con la misma intensidad para que salgan del mismo grosor.
- Precalentamos el horno a 180º y horneamos durante unos 20 minutos. Si las queremos más secas y doradas las dejamos unos minutos más.
CONSEJOS
Guardar en recipiente cerrado hermético cuando estén frías completamente.
Podemos también congelarlas, quedarán intactas.
No vaporizar el horno para que se queden más crujientes.
La lecitina de girasol la podemos moler en un molinillo de café. Tiene el poder emulsionante cuando está en polvo, de lo contario encontraremos las bolitas de la lecitina sin deshacer entre la masa.
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Buenos días Cómo se hace el jugo de jengibre fresco ???? y el concentrado de manzana qué es, zumo de manzana???